domingo, 10 de mayo de 2015

La Masonería de los «ANTIGUOS». Punto de Arranque del REAA.?

 

Siguiendo con esa búsqueda de los orígenes del REAA, abordamos este otro trabajo  que nos lleva directamente al mundo de los «Antiguos» en base a preguntarse  ¿ Qué clase de masonería era la  de los «Antiguos» ? Pues bien este trabajo publicado por el Hermano Saul Apolinaire en su blog La Imprenta de Benjamin, lo recojo para ir dando testimonio sobre lo acontecido y escrito sobre los viejos orígenes de los Antiguos 

Víctor Guerra. MM.:. Droit Humain_España
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Título original: La Maçonnerie des "Ancients"

Publicado con autorización del blog Truthlurker, donde el autor se identifica con C.G.U, y al final del trabajo revela ser el traductor del libro de Joel Jacques, “Mahabone”.. 

Traducción de Saul Apolinaire

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A menudo se afirma que la francmasonería especulativa tuvo su nacimiento en Londres, junio de 1717, en el barrio de “Fleet Street”. 

Pero siempre se olvida precisar que al mismo tiempo que se efectuaba esta integración en esa misma época había un buen número de clubes de convivencia más o menos pintorescos y con tendencias festivas, tales como los Gorgomons, el Gran Kheibar y otros grupos de taberna muy propios de la Inglaterra de ese tiempo.

En efecto, lo que se fundó en el solsticio de 1717, no era ni mas ni menos que una Sociedad de Taberna que federaba a otros clubes del mismo orden alrededor de la idea de organizar en común una Fiesta de San Juan de verano, con el fin de que fuera menos costosa para cada uno..

Lo que queda como particular de esta fundación es la apropiación a que dio lugar esto.

En la medida en que ese reagrupamiento se componía de personalidades científicas y culturales de importancia, se convino en darle un nombre que lo refiriera a una sociedad existente asegurándose de este modo  una buena imagen, una tradición de protección y hasta una cierta libertad de acción.

La masonería antigua fue así arbitrariamente liberada de sus deberes y misterios propios para devenir en «libre», “ free”, y tomando la denominación de freemasonry.

Se dotó de un órgano de gestión y desarrollo, siempre en relación con la antigua sociedad, pasó a llamarse  «Gran Logia».

En esto es principalmente en lo que reside la originalidad de la creación. 

Antes de 1717 jamás había existido ninguna Gran Logia… de la reivindicación de la  libertad , paradójicamente nació la más grande restricción de la propia masonería: la Obediencia.

Como ese club tenía vocación de universalidad, su asiento se fijó en Londres y en ninguna otra parte, así fue como  “ Gran Logia de Londres vio la luz.

El primer  presidente fue nominado en la persona de Anthony Sayer, un hombre de poca personalidad que pasó del ingrato papel de secretario de Newton al de presidente del Club.

Bien pronto dejó su puesto a Jean-Theophile Désaguliérs, pastor calvinista presbiteriano, hombre de corte y frecuentador de la pequeña nobleza de tout Londres, quien decidió hacer de ese club de barrio una organización importante y cercana al poder.

La vio como un excelente medio de ascenso social y de reconocimiento sin relación a lo religioso y para conseguirlo invitó de inmediato a la alta nobleza

A fin de garantizar la leyenda y de mantener el misterio, le pide a un amigo, el pastor James Anderson, presbiteriano también pero sobre todo especialista en armoriales dudosos y genealogías de familia imaginarias, construir la de la Orden, bajo la forma de Constituciones.

Ese club de sociabilidad, habiendo conseguido ser protegido por la nobleza, comenzó a tratar de obtener un renombre, pasando igual de rápido a un juego de influencias entre católicos (jacobitas) y protestantes ( hanoverianos).

Fue exportado a París el 12 de junio de 1725 fecha en la cual se creó, a instancias de Lord Derwenwater, refugiado católico jacobita, la logia Saint Thomas que se instala en una taberna muy frecuentada por inmigrantes ingleses, en Barnabé Hute, calle de la carnicería.

Una logia rival fue instalada por los protestantes calvinistas en 1732, algunas calles más lejos en el Auberge du Louis d´Argent (Posada del Luis de Plata).

Pero el proyecto protestante de redireccionar la francmasonería francesa bajo la égida de los presbiterianos se extinguió rápidamente en un país extremadamente católico, que se apropió por su cuenta de una estructura muy a propósito para reunir el espíritu místico de su época.

Ese nacimiento de la primera Gran Logia de Francia y la apropiación por parte de los franceses de esa forma de sociedad, separa de inmediato los destinos de dos órdenes que dio como consecuencia una evolución particular en la rama continental.

Esa evolución sustrajo a la francmasonería francesa de la influencia del conflicto que había en suelo británico, la corriente de quienes se denominaban «Antiguos», en referencia a una larga tradición a la que supuestamente  pertenecerían, desde las logias de York y las guildas de constructores, con la de los intelectuales nobles y cortesanos, nuevos adeptos de un protestantismo rigorista y a los cuales se calificaba despectivamente de «modernos» por no decir impostores.

La francmasonería francesa no podía involucrarse en esto ya que si bien era, hablando con propiedad, heredera de la corriente de 1717 por otra parte había acentuado las limitaciones y multiplicado las disparidades.

No discutiremos mas a fondo por ahora sobre esta problemática que sería especialmente relativa a la introducción de facto de una nobleza brillante y orgullosa en un orden con reivindicaciones igualitarias e intelectuales, más que para analizar los eventuales contenidos místico-esotéricos más que dudosos en su mayor parte.

Tal debate sería demasiado ajeno a mi intervención de esta tarde, aún si no se opondría a nuestro asunto.

La estructura actual de la francmasonería inglesa se reivindica como la única «regular» y será de la que hablaremos  y lleva como título “Gran Logia Unida de Inglaterra”. 

Tal denominación se refiere exclusivamente a la federación de logias que sabemos se constituyó después del Acta de Unión de 1814 como continuación de la sorprendente idea que justificaría que la Gran Logia exista… esto es, que el funcionamiento en forma de Gran Logia permitió evitar la bancarrota de la masonería de 1717, totalmente endeudada por la construcción del Masonic Hall y puso fin al conflicto que oponía a las dos formas en presencia, las de los «Ancients y Moderns» en 1813.

Esta Gran Logia con vocación universalista fue consagrada el 30 de mayo de 1816 durante una tenida de ceremonia llamada Gran Logia presidida por el Muy Venerable Gran Maestre, Su alteza Real el Duque de Sussex sobre la base de una ceremonia donde el ritual se formó especialmente con una base del 80% del ritual de los «Ancients»”, y que hoy día conocemos bajo el apelativo de “ Perfect Ceremonies” o “Ritual de Emulación”.

¿Quiénes eran los masones «Antiguos»?...

Los masones Ancients se presentan el siglo XVIII bajo la forma de una reagrupación muy dispar de pequeñas logias independientes unas de otras, alrededor de eso que Patrick Negrier llama “La Palabra del Masón”.

Eran de diversos orígenes, mayoritariamente del noreste de Inglaterra, de Irlanda o Escocia. Presentan todas un carácter  nómada heredado de su tradicional desplazamiento de obra en obra.

Pretendían ser de la antigua confraternidad de Oficio cuya  organización se constituyó hacia el siglo VIII con los monasterios culdeos pasando, para resumir, por los estatutos Schaw y la vieja Logia de York que no devino en autodenominada Gran Logia de Toda Inglaterra sino en 1725, en reacción a los «Moderns» pero que el Rey de Inglaterra y sus obispos gobernantes habían dirigido desde el  siglo IX...

Antes de ese período del XVIII, la masonería de los »antiguos« jamás se había reagrupado en federación general sino solamente en guildas estatutariamente independientes y dirigidas por los Maestros de Obra designados por el Rey, tal como William Shaw.

Las logias no existían más que por los que la componían y se constituían según las necesidades. Se reconocían según los conocimientos y no según la presentación de un  “recibo de capitación”.

Lo que aún sorprende hoy en día es la energía  empleada en competir con una sociedad que le era totalmente extraña y donde su existencia hasta cierto punto fortuita fue declinando poco a poco.

En efecto, el origen de los «antiguos»  siendo puramente operativos, se reivindicaba a justo título, como los únicos miembros verdaderos de la antigua masonería que provenían de logias arcaicas y detentadoras de secretos de Geometría.

Ellos basaban su antigüedad en el hecho de que su corporación habría sido fundada y estructurada por el legendario rey Athelstan en el siglo IX.

En consecuencia, se presentaban como los únicos practicantes del rito regular de la masonería y los únicos habilitados para comunicar las palabras, signos y toques secretos…secretos mas antiguos, decían, que los formulados y sobretodo inventados o desnaturalizados por los fundadores de 1717.

Aparte del sitio de las columnas, se trataba más bien de la naturaleza misma de la enseñanza de la Palabra del Masón  (Mason Word) y de la construcción organizativa que marcaba la diferencia.

Ese grupo fue genera,  y tardiamente denominado Gran Logia de los Antiguos, tal apelativo dió por resultado que desde 1717 fuera mas fácil hablar de la masonería por referencia a una Obediencia antes que por la calidad de masón.

Esto es especialmente cierto para los historiadores franceses. Sin embargo, sabemos hoy día un  cierto número de cosas a propósitos de esos «antiguos» y de su organización ritual.

Los grados interiores, las Ordenes, sus vínculos y todo eso que formaba el enfoque de progresión, pues sus rituales y conocimientos eran enseñados progresivamente. Ya al comienzo la totalidad del curso era presentada como tal  a los Aprendices, y después los elementos iban siendo estudiados en progresión hasta la transmisión de los secretos del Arco.

Esos secretos siempre fueron considerados como “ el corazón”, la médula”de la masonería por los antiguos, a tal punto que una de las palabras mas utilizadas es “ médula en los huesos”… “ marrow in the bone”… “ mahhabone”.

La francmasonería de los antiguos presenta otra diferencia, y de talla. 

Se organiza, al menos desde las tradiciones de los masones de York, alrededor de los aprendices y compañeros, donde estos últimos devienen en “ hombres de marca” antes de poder ser Maestros de logia y por fin Excelentes Compañeros del Real Arco.

Habrá que esperar a la exportación del rito a las colonias americanas para ver la separación de la Marca y el Arco  respecto a los tres grados y hasta 1728 para que fuera integrada la leyenda de la maestría en el thesaurus de los modernos.

Puede entenderse ahora porque esos masones, principalmente inmigrantes irlandeses y escoceses quedaron muy sorprendidos al ver rechazado el acceso a las logias de Londres y, las raras veces en que fueron aceptados, de constatar que los de 1717 no se contentaron con organizarse alrededor de un poder central que en realidad no tenía competencia sobre ninguna jurisdicción masónica particular ni en la organización de los grados.

El reagrupamiento de las logias «antiguas» se realizó con seis de entre ellas, independientes, bajo la égida de Laurence Dermott, artesano peletero e intelectual burgués de origen irlandés.

La verdadera denominación de esta asamblea, un reagrupamiento interesante, fue primeramente : «La mas antigua y honorable Fraternidad de los masones libres y aceptados », mas adelante «  Gran Logia de los Masones Libres y Aceptados según las Antiguas Instituciones » (Grand Lodge of Free and Accepted Nasonbs of England according to the old Constitutions ».

La asamblea que determinó la existencia colectiva de los «antiguos» en tanto que Gran Logia, fue celebrada el 17 de julio de 1751 en la taberna « Cabeza de Turco » ( Turk´s Head tavern) en la «  Greek street « del barrio londinense del Soho, es decir del otro lado del barrio del Strand, barrio de tenderos, en el lado geogr´afico opuesto al sitio de fundación de la logia de 1717.

Las crónicas de John Morgan, que trabajaba en la secretaría, indican la presencia de siete logias, ninguna de las cuales, y por buenas razones, estaba afiliada a la Gran Logia de Londres de 1717.

Durante esta fundación, para el historiador masonológico inglés Bernard Jones no había más de ochenta personas, todos tenderos, mecánicos y pequeños artesanos, inmigrantes en su mayor parte de origen irlandés, instalados en Londres.

Esta nueva estructura tomo enseguida el hábito de reunirse en una taberna ocupada por una octava logia que se unió a ellos y ofreció su local ; la logia « Temple and Sun » sobre Shire Lane en Temple Bar, otro barrio de Londres.

Esta Gran Logia de los Antiguos, era igualmente conocida, en la época, bajo el nombre de Gran Logia Atholl, por el nombre de los Duques de Atholl, protectores de larga data de la Corporación y que ocuparon la Gran Maestría a partir de 1771. 

Esta nueva institución pretendía reagrupar todo a la vez, la Gran Maestría de los Antiguos y la de la Gran Logia de Escocia, constituida recién en 1736 después de los Saint-Clair de Roslyn fueron removidos de su cargo de protectores hereditarios de la masonería escocesa.

Otra particularidad, los miembros de la Gran Logia de los Antiguos, es que reivindicaban una denominación particular, la de « free and accepted masons » es decir «  masones libres y aceptados »

El calificativo de « Libre » estaba en la denominación general de la masonería especulativa y poco a poco fue transformándose para devenir en «  freemason »-

Hoy en día existe mucha literatura relativa a ese calificativo desarrollando el hecho de que los obreros masones, además de su cualidad de artesanos itinerantes, disponían de una cierta libertad, una franquicia, de acción y de reagrupamiento entre las distintas guildas obreras que existían bajo el sistema feudal.

Algunos autores, como Eric Ward, hacen derivar el nombre de free-masonsdel término que calificaba a la piedra franca, free-stone que generalmente iria acompañada del nombre de quien la trabaja, el masón. 

Esa fórmula verá su primera aparición en el siglo XIV con la instauración de una suerte de primer derecho del trabajo; los estatutos de los Obreros (Statutes of Labourers), en 1351 que definían un estatuto de master free-stone mason mas de un siglo antes de la redacción del Regius. Todo eso producirá con el tiempo un término genérico de freemason, frimason, freymason o free-stone mason. Estas explicaciones concernientes al origen del término freemason se derivan directamente de las teorías que destacan la filiación operativa de la orden y hasta hoy son sostenidas como garantía de la regularidad de origen de las obediencias.

Eric Ward, autor de manuales de Aprendiz-Compañero-Maestro del rito de Emulación, hace remontar esas fuentes históricas a los siglos XIII y XIV , cosa que parecería estar confirmada por ciertos documentos de época.

Esa explicación, basada a la vez sobre la mutación lingüística y las afirmaciones más o menos realistas de una mayoría de talladores de piedra en el seno de las corporaciones de masones, se enfrenta sin embargo a las estadísticas de las antiguas logias escocesas dadas por David Stevenson en los años 1980s y que dejan ver que en las logias  se encontraban diferentes categorías de oficios de la construcción  y que los talladores de piedra estaban lejos de ser los únicos miembros de las guildas de masones… de allí, es válido preguntarse porqué denominar a los miembros de una sociedad como esa con el nombre de solo una parte de sus miembros?

Esta Libertad, esta franquicia, que califica al masón es omnipresente en los diferentes escritos relativos a las guildas de constructores y a las antiguas logias de constructores donde los oficios concurrían en participar en la construcción de edificios. Todos esos hombres se reagruparon bajo el nombre de masones « operativos », es decir con el de aquellos cuyo oficio era el de participar en la operación de la construcción.

Y ese término aún está en uso en nuestros días. 

Sin embargo se sabe que fueron francmasones los que formaron la Orden, al menos entre los « Antiguos » y si se desea comprender una de las realidades culturales de fines del siglo XVIII, debemos detenernos un instante sobre eso que dicen los catecismos masónicos más viejos, a saber, que un masón debe ser «nacido libre » y/ o de una « mujer nacida libre » según los distintos ritos en uso.

Así que un masón no puede ser ni esclavo ni nacido de esclava, pero tampoco puede ser « comprometido »  queriendo decir » estatutariamente constreñido ». 

Esos términos nos darán una aproximación a la vez, de las fuentes y de las consecuencias de las corrientes internas en la masonería, ya sean simbólicas o puramente sociales.

Las disposiciones relativas a la libertad, la franquicia del masón y a su libre nacimiento son todavía hoy, asociadas a los Candidatos que desean recibir la iniciación y que ya no son obreros de oficio.

La comprensión total del sentido de esta problemática de «  nacimiento libre », no puede lograrse más que ubicándola en el contexto particular de una sociedad que la tenía inscrita entre sus reglas.

Es evidente, en el estudio, que una gran parte de los ritos anglosajones de estilo Emulación y una parte menor del Rito Escocés Antiguo y Aceptado, presentan una fuerte inclinación a ofrecer una imagen ordenada de la sociedad victoriana del siglo XIX con el fin de promover el modelo social como  referencia de una civilización  que a veces debe justificar las diferencias.

La mayor parte de los autores ingleses de esa época estaban íntimamente persuadidos de la superioridad del modelo británico y del hecho de que debía servir de referencia. Del mismo modo, las sociedades muy católicas o protestantes, calvinistas y luteranas del continente, comenzaron a revisar algunos principios a fin de integrarse en sus prácticas y modelos sociales.

Por extensión, el 99% de los historiadores continentales de la francmasonería no hablan más que de sí mismos, como los ingleses. 

Es así que «el buen renombre», la recomendación de excelencia del obrero de los antiguos rituales, se transforma en las «buenas costumbres » entre los cristianos rigoristas, protestantes y católicos preocupados de una mejor afirmación del decoro social, garantía de educación de un linaje sin tacha.

He dicho